domingo, 23 de octubre de 2011

ANTOÑETE, UN MECHON EN EL CIELO

Se nos ha ido el maestro Antonio Chenel "Antoñete". Yo nunca llegué a ver al maestro más que por televisión y en vídeos. Transmitía algo distinto, con sabor, con solera. Su inteligencia para entender las embestidas, su colocación, las distancias, todo ello le hacía distinto.
Alguna vez tuve ocasión de cruzar alguna palabra, cuando venía a Gijón en verano con Manolo Molés. Pocas fueron, y nunca me hice una foto con él. Hay toreros que me infunden tanto respeto, que casi me dejan mudo. Me pasaba con Antoñete y me sigue pasando con otro torerazo llamado Fernando Cepeda.
Queda mucho legado, en forma de vídeos y de literatura (deliciosa la lectura de "La Tauromaquia de Antoñete" que escribió mi admirado José Carlos Arévalo; la biografía que le hizo Molés u otro que hizo Jorge Laverón).
A Antoñete ya le tocaron unos tiempos en que el cine y la televisión permitieron almacenar muchas de sus actuaciones. Serán siempre un ejemplo para las generaciones futuras.
Sus comentarios precisos, oportunos y medidos en las retransmisiones de TV se van a echar de menos.
Descanse en paz el maestro Antoñete, un mechón en el cielo
Javier Prieto

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