Un año ha pasado ya desde que perdimos a Bernardo. Tan rápido por que el ritmo frenético de la vida actual hace que el tiempo vuele y tan despacio por que no hemos dejado de recordarle ni un solo día. Su capacidad de iniciativa, de trabajo, de disfrute de la Fiesta, hacen que ahora nada sea lo mismo.
Pronto se anunciará la Feria de Begoña 2009, y de nuevo, su ausencia será algo irreparable. Pese a ello le volveremos a ver corriendo de un lado para otro, con los papeles de la oficina, atendiendo amablemente a los amigos de verdad y a los que sólo aparecían de feria en feria, pululando por el callejón, repartiendo sonrisas, contando chistes y en definitiva ganándose el aprecio de todo el mundo.
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